Después de la época patriarcal, el hombre (visto desde
el punto de vista de género) dejó de ser el individuo que gozaba de todos los
privilegios humanos. Dígase explícitamente derechos humanos. Hoy se vela
celosamente por los derechos del niño, de la mujer y de los animales, siendo
los del hombre los más pasados por alto. La excusa es porque es el hombre quien
maltrata a la mujer, al niño y a los animales. Es la imagen del pasado y el
miedo del futuro lo que ha creado una valla alrededor de los derechos del
hombre. Es cierto que hay sucesos tristes de la historia marcados por hombres y
no niños, mujeres o animales, pero no deja de ser real el hecho de que son
muchos los hombres que son abusados en la vida cotidiana. No es menos cierto
que son muchos los sufren abusos carcelarios, sexuales, físicos, psicológicos
en su familia y con sus parejas. Pero lo
más triste del asunto no son los abusos, sino que quedan en el silencio, donde
nadie los escucha, donde nadie los ve y donde nadie puede actuar. Como
consecuencia permanecen allí en lo más íntimo de cada abusado y finalmente
mueren con aquello de lo que nunca pudieron liberarse.
Objetivo:
Romper con el silencio y
denunciar cada caso, es la primicia de este blog. Así como hacer de cada
experiencia un peldaño para el crecimiento de otros que transitan por las
calles del abuso y no saben que hacer. No es suficiente un criterio médico si
no llega al corazón del asunto, solo una experiencia como la que puedes
denunciar, compartir y publicar (bajo un seudónimo si lo deseas) es la que es
capaz de hacer romper el silencio de muchos. Pues sólo una experiencia real demuestra que un esclavo del
abuso puede ser libre de él.
Si ésta es tu experiencia,
no dudes en compartirla, tu valor de romper el silencio ayudará a muchos a ser
libres otra vez.
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