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viernes, 13 de octubre de 2017

El Despertar de la Liberación



El Despertar de la Liberación





¿Por qué hablar de esclavos si no estamos en una clase de historia? ¿Por qué retroceder mi mente en siglos de penuria cuando vivo en una era que ha superado a las anteriores? ¿De qué hablarás hoy que ya no haya escuchado antes? No acudamos a la inventiva, ya todo está hecho, no hay nada nuevo que hacer.
Es cierto hasta cierto punto, pero no pretendo llenar tu mente de discursos y palabras que no tienes tiempo de oír y mucho menos de escuchar. Solo quiero hacerte recordar, porque eso lo estamos perdiendo. Estamos perdiendo la capacidad y la habilidad de recordar y pensar. Ya hay muchos pensando y recordando por ti, con el pretexto de hacer más liviana la vida que consumes. Por eso quiero escribir estas letras para ti, para que nadie posea tu mente y no duermas el sueño eterno de la mediocridad e inactividad que te está matando.


La esclavitud ha estado presente en todas las épocas y civilizaciones. No se necesitaron barrotes o celdas para hacer esclavos y privar de libertad a una persona. Pues solo con accionar el botón del abuso y superar los sueños y expectativas de los demás, atentaron contra su libertad, haciéndolos esclavos. Esclavos de los sueños y deseos de otros que aspiran llegar a lugares sublimes y superiores a costa del sufrimiento y agonía de los demás.
¿Será justo que niños, mujeres y ancianos mueran a diario por causa de alguien que sentía el estorbo o la sombra de la víctima? ¿Será justo que jóvenes mueran intentando alcanzar lo que les corresponde en la vida? ¿Será justo que tus metas desaparezcan por el deseo egoísta de un segundo o tercero?
Todo esto ocurre por causa de la inmensa mayoría de personas que se dejan aplastar ignorando la posibilidad real de la liberación. Cada uno de nosotros somos culpables al dejar que el río de violencia y abuso abra nuevos cauces y senderos. No nos damos cuenta que los que abusan económicamente, sexualmente, los que manipulan la información, los que se  pasan de la raya del cargo que nosotros le hemos dado, son sectores identificados , una casta de poderosos  y personas con recursos económicos, pero frente a las víctimas e inocentes, son una minoría.
No logramos visualizar que esos que abusan lo hacen por el permiso que la gran mayoría le ha otorgado. Nadie denuncia, nadie quiere luchar, nadie quiere despertar para apagar el fuego de la hoguera que dejó encendida un abusador. Nos hemos encerrado en un mundo egoísta, donde solo pensamos en nosotros mismos.  Ya no nos interesa lo que está pasando con los que caminan y respiran a nuestro alrededor. Nos hemos alejado tanto de nuestro planeta que tal parecemos trabajadores de la NASA realizando tareas en la Estación Internacional o en una expedición de reconocimiento de la luna.

Despierta, abre los ojos de tu mente y haz de cada día un momento de reflexión para meditar en estas cosas. Pregúntate qué sentido tiene  no hacer nada frente al abuso que se comete cada segundo de la vida y en el cual todos somos víctimas.
Pregúntate cual es el motivo para guardar silencio ante tales sucesos que no solo afectan a los que lloran, a los que andan golpeados, a los desanimados y defraudados, sino a ti en este momento aunque la vida parezca sonreírte. No se trata de sugestión, sino de realidad. Una realidad sin ropas, sin maquillajes ni cirugías plásticas. El asunto es que estamos tan acostumbrados a esconderlo todo que aun la realidad de estar vivos parece una película de fantasía, donde la relatividad es la llave de cada puerta que tenemos que abrir con el absolutismo.

Es momento de no dejar que el abuso llegue al sub-consciente sin ser detectado por el consciente.
La vida es una lucha constante. Si tú no luchas no tienes chance de sobrevivir. Lo más curioso y llamativo es que NO necesitas armas, buques o bombas para pelear. Un corazón dispuesto, una mente enfocada y una vida de entrega son mejores que las armas de exterminación masiva. ¿Cómo darnos cuenta de la verdad? Frenamos a los inmigrantes en una tierra que no fabricamos ni creamos y mucho menos tenemos el copy right. Detenemos a inocentes con deseos de vivir, eliminamos a personas por el color de su piel, peleamos por cosas que no nos harán felices como el oro, la plata y…un pedazo de tierra. No entiendo qué nos está sucediendo que estamos perdiendo el enfoque como una cámara que va muriendo. Sí, eso es, creo que estamos muriendo y no lo sabemos. Las cosas de verdadero valor las estamos desechando, las luchas que tienen sentido no las peleamos y los caminos que nos conducen a la felicidad los estamos abandonando, dejando que la hierba de los vicios, la hierba de la falta de respeto, y la locura por alcanzar un sueño vano, se encargue de borrar las huellas de una realidad que nos aplasta.
Estamos ante la última oportunidad de remediar las cosas. Hoy es el día de despertar para ser libres del abuso, la violencia y el maltrato. Hoy en nuestra mesa es puesta una página en blanco para escribir una historia diferente. No niegues lo que sabes, de eso no sacarás provecho. La respuesta está en tus manos, di No al ABUSO.