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jueves, 14 de septiembre de 2017

Abuso informacional




¿Abuso Informacional?
Cuando decimos información estamos hablando de todos los medios que expiden noticias, comentarios y la información propiamente dicha.
No podemos vivir sin información, pero ¿qué tal si lo que recibimos no es la verdad? ¿Cómo corroboramos que la información que circula no es una especulación para captar nuestra atención y sacar el dinero de nuestros bolsillos?
Llamemos ‘abuso informacional’ a aquel en que los que dominan, controlan y brindan la información, la manipulan. La defino como abuso por el hecho que los usuarios, nosotros los consumidores, no tenemos control sobre lo que nos ponen a la mano, en nuestras pantallas y periódicos. La prensa amarilla no puede tomar el lugar de la información genuina y verdadera solo para llamar la atención y ganar creces a costa de la necesidad informacional del mundo cotidiano. Manipular la información para lograr resultados a favor de los que la tuercen, es irresponsable y destrozan los derechos humanos concernientes a la información limpia y transparente.
Cada día tomamos decisiones basadas en la información que recibimos. Miles y millones se equivocan, arrastrando pérdidas de por vida por la información manipulada que reciben de los medios. Medios de los cuales no tienen forma, ni está a su alcance saber las intimidades de la información.
La gran mayoría de los medios esconden el rostro de la realidad que nos rodea, volcándose e incitando al consumismo y al gasto innecesario. El engaño está detrás de cada información manipulada, nada es tal cual lo presentan.
No deberíamos permitir y mucho menos aceptar el abuso informacional. Este tipo de abuso está acabando con nuestro mundo. Está desvirtuando los valores y principios que guiarán al mundo a la permanencia armónica en causa y efecto.
¿A quién culpar? ¿Tiene alguien la responsabilidad del auge del abuso informacional? Por supuesto, y no son los productores de la información y los que la facilitan. Son los propios consumidores, somos nosotros los que alimentamos el abuso informacional al comprar y compartir la información manipulada y para nada transparente. Somos nosotros lo que propagamos el periodismo amarillo y la vana noticia que corre por los medios.
Abramos los ojos, tenemos el derecho de recibir y generar información de calidad. Una información que nutra y alimente la mente para una mayor utilidad en la vida. No nos damos cuenta que nuestros hijos, amigos y familiares,  se están hundiendo en un mundo ficticio, construido a base de mentiras e información manipulada para lograr efectos en cada uno de ellos.
En medio de tanta confusión y alboroto, hay muchos que hacen de todo esto un mito: mejor es no ver la realidad que tener que enfrentarla. No ver la realidad es precisamente lo que pretenden los que manipulan la información, pues de esta manera nos hacen esclavos, dependientes del mundo creado por la distorsión informativa que hemos permitido y propagado. Olvidar o ignorar la realidad, no es otra cosa que dejar de existir. No tenemos conciencia del presente y mucho menos hacia donde nos dirigen en un futuro. Olvidar la realidad es eliminar el propósito de nuestra vida, teniendo que recurrir a la “comida” elaborada con efectos secundarios.
Una de las formas de eliminar el abuso informacional, no solo es denunciándolo, sino dejando de consumir la información manipulada y generando la verdadera y transparente.
La pregunta clave sería ¿por qué manipular la información? ¿Por qué brindar lo que está estratégicamente calculado, manipulado y adulterado? La respuesta, aunque parezca complicada, es fácil de dar. Manipulan porque no tienen otra forma de hacer dinero y saben que en el país de los ciegos el tuerto es rey. El fin es hacer de la informatización el más grande de los negocios.
Abusan, porque saben que quienes reciben y consumen la información, no tienen el control sobre los medios que producen, propagandizan  y brindan la información. Hacen prensa amarilla, turbia, porque simplemente si deseas la verdad tienes que pagar. Pagar algo que es un derecho internacional libre de cargo.  Démonos cuenta que el medio por el cual fluye la información puede ser privado y con derechos particulares, pero no así la información. La noticia, el conocimiento y la verdad, no tienen el sello de ninguna empresa, sector o persona. Por lo que deben estar disponibles y transparente para todo el mundo. Recordemos, es un derecho no solo una necesidad.
¿Qué es la manipulación? ¿Será sensato entenderla?
Confundir la persuasión con la manipulación no sería sensato, pues la persuasión que se emplea para cambiar malos hábitos, para educar y fijar valores no acarrea problemas. Se persuade, se apela, se llama la atención a aquello que es digno de seguirse, de imitar y propagar. Pero la manipulación tiene un reducido y limitado espacio positivo, en los asuntos jurídicos, cuando se intenta atrapar a un asesino o convicto de la justicia. Por lo demás, manipular es anti ético, pues se produce cuando alguien o un grupo de personas intentan tomar el control del comportamiento de alguien o de un grupo. La manipulación utiliza técnicas de sugestión mental, tratando de eliminar el discernimiento crítico o autocrítico de la persona, esto es, su capacidad de juzgar o de rehusar informaciones u órdenes. De esta forma quedamos desprovistos de criterios propios y dependemos de la información que proveen los medios manipuladores. Caemos en el amplio rango de tácticas psicológicas capaces de subvertir nuestro control sobre nuestro  pensamiento, comportamiento, emociones o decisiones.
Sin más palabras y recursos elocuentes, digamos NO AL ABUSO INFORMACIONAL.
Es hora de parar la injusticia informacional uniéndonos contra toda clase de abuso. Hagamos de este sitio y espacio el centro mundial contra el abuso. Este es el siglo del despertar humano contra la dominación ajena a los derechos humanos.
El cambio está en tus manos, di NO AL ABUSO.

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